MI PRIMERA VEZ / NACHA NEWBALL
Hace mas de veinte años, en una tarde cualquiera, frente a ella, sentí como me miraba, la tibieza de su cuerpo llamaba mis manos con sutil ternura, dispuesta accedí, pude tocarla una y otra vez, sin saber cual sería el resultado de este encuentro. Entre ella y yo surgió una relación sólida, tal vez una de las mas duraderas que he tenido, su gran capacidad para guardar secretos me ha descrestado, resultó prudente y mesurada, a la vez la máxima aliada, con ella, las conversaciones han sido por horas y horas, sin que exista de cada parte la angustia de la queja o cansancio. La tersura de su piel ha cambiado tanto, que , al iniciar lo nuestro podía sentarse por mucho tiempo en una mesa, el paso de los años la ha dejado casi en mi regazo, hoy la cargo sobre mis piernas y le doy buen trato. Ella, ha sido testigo de mi paso por el cuaderno que tanto amo. Veinte años o más es la suma de la que no queda duda por recuerdos dejados ...