NO HAY DESPEDIDA/ NACHA NEWBALL JIMENEZ
“Las despedidas son solo para
aquellos que aman con sus ojos. Porque para los que aman con el corazón y el
alma, no existe esto de la separación”
Las despedidas, son algo más
profundo que decir un simple adiós, es un asunto en el que desprenderse de una
situación, depende de lo adherida que esta se encuentre en el interior de cada
ser. Unas veces, la decisión de partir y despedirse está inmersa en aceptar la
distancia y olvidar a modo propio todo lo que recuerda o lo que trae a la
memoria el sujeto de despedida, en ese orden, los puntos de lejanía pueden ser físicos
o por el contrario ser tácitos o irreales, hilos de la vida que llevan consigo ataduras
o apegos.
La despedida, va más allá de
aceptar que algo o alguien no está. Centrarse en aceptarlo o no, radica en lo
que siente el alma y el corazón, en algunos casos éstos se resisten a soltar, aquí,
es mejor decidir que no haya despedida, ella vendrá un día sin perturbar.
Es fácil decir adiós, a lo que
no nos significa nada, una prenda de vestir, un amigo no tan amigo, un lugar
con el que no se conecta, tantas cosas llegan y se van, es imposible agarrar todo
y guardarlo en las emociones que nos generan. Cuán díficil es dejar atrás a un
ser amado, a una persona que se lleva en el corazón y que, simplemente se va a
otro lugar o se va para siempre, aquí el amor, es como una nodriza o un nudo, él
ata sentimientos y no deja que se vayan de la memoria, de detalles que
recuerdan su paso por la vivencia de cada cual y se guardan en un sitio especial,
en ese que no permite liberar esas
mariposas que, sin estar atrapadas, viven en el interior, revolotean con su
alegría y su nostalgia, motivan e impulsan los momentos de poca fuerza y secan las
pequeñas gotas de lluvia que de vez en cuando salen en honor a un flash de
memoria.
No, no hay despedida, ella se
resiste a partir, cuando se ama, no hay separación y menos liberación, solo
suspiros, ellos alivian y oxigenan los dolores y dejan sabores de esperanza en
cada remanso de paz al que nos llevan.
No hay despedida.
“Si alguna vez no podemos
estar juntos, guárdame en tu corazón. Yo estaré ahí siempre”.
En el corazón, se guardan los mejores tesoros.
Comentarios
Siempre estará ahí contigo, en ti corazón en cada paso que dio estará presente
Paz y gratitud en un gran corazón.
El corazón es un cofre donde atesoramos el amor de nuestra madre y nuestro padre, de todos aquéllos que nos han amado, sin límites.