V.I.P. / NACHA NEWBALL JIMENEZ
Mi concepto de “persona muy importante” en la sociedad donde me desempeño ha sido cambiante, tanto que, muchas veces en mi infancia veía a todos los adultos con respeto y eso le daba valor para considerarlos “importantes”, creo no haber puesto atención a sus valores, económicos y morales, para ponerlos en el primer lugar de la fila, pero si los pude haber ubicado dada la capacidad de asombrar con sus actuaciones, en lo mágico e irreal, que trae consigo poder hacer algo, que, por mi corta edad no podía lograr. Esto para mí era la ponderación de importancia. Al paso del tiempo, me fui dando cuenta que la importancia tiene una connotación para quienes le dan validez, es decir, las personas importantes tienen condición relativa o absoluta. Por un lado, hacemos venias sociales a quienes ostentan una posición de poder, quizá sin méritos o pergaminos, solo por empujones que la vida da a los que por política o por andar en paracaídas, caen en un lugar que les da...