FILTRO / NACHA NEWBALL JIMENEZ

 


Nuestro diario vivir nos va dando pautas para mejorar nuestro placer de estar en paz y tranquilos, en el escrito anterior de botar o reciclar, contemplé tres preguntas que volveré a plantear para tratar de responder como abordar cada una sin fallar en el intento.

Estas preguntas son:

·       ¿Cuántos pensamientos negativos dejamos acomodar en nuestra mente y le damos el mejor lugar sin decidir botarlos?

·       ¿Cuántas veces dejamos que nos hieran con palabras que se hospedan en el alma?

·       Y, ¿Cuántas dejamos reposar en nuestra vida seres maltratadores, mentirosos y adversos?

Los pensamientos, a veces se presentan repetitivamente, unos son dañinos, flagelan, afectan y limitan al ser para avanzar o decidir sobre aspectos relevantes de nuestra vida. Pensamientos negativos como “No puedo”, “No quiero”, “Qué pensaran de mi”, son comunes a todos y en algún momento de la vida hemos acudido a ellos, no solo como una excusa para no hacer o avanzar o como un pensamiento que nos pone en una burbuja de confort, de la cual no queremos salir a explorar de qué somos capaces.

Esos pensamientos están super cómodos en nuestra mente, hagamos el ejercicio de ver al menos tres cosas pendientes que hemos postergado y encontremos la razón por la cual no lo hemos logrado. La respuesta es quizá, que los pensamientos expuestos u otros ponen una barrera entre el poder y el querer hacer.

Por otro lado, están aquellos pensamientos que nos hieren, esos “eres tonta” “que pendeja eres”, “no sabes hacer las cosas bien” o “eres muy vieja para esto o aquello”, si de alguna forma hemos traído a nuestra mente las premisas enunciadas, nos damos duro y tenemos huéspedes infames en nuestro interior que nos están haciendo el daño de la vida.

Dejamos reposar, estar y convivir con seres que afianzan nuestros pensamientos, aquellos que en algún momento nos indican con sus palabras o mensajes que somos “bueno para nada” o subvaloran lo que somos comparándonos un motivo con quienes se piensa lo hacen mejor. A razón de qué nos dejamos arrugar como hojas sucias, si somos valiosos, poderosos y grandes.

Lo ideal, es filtrar, poner en evidencia que nos sirve y que no, y los pensamientos al estar seleccionados unos convivirán en nuestra mente para darnos fuerza y otros irán a la basura y de ahí nadie los sacará. Ojo a que te repites en tu día a día, tus pensamientos generan las acciones que tomas contigo y con los demás.

Siente como cambia tu vida al botar y reciclar.




Comentarios

John Martín dijo…
Que viva la lectura, un Abrazo Fraterno Nacha
Doris dijo…
Proverbios 4:23-25
Palabra de Dios para Todos
23 Ante todo, cuida tus pensamientos
porque ellos controlan tu vida.
24 No permitas que salgan falsedades de tu boca
ni que tus labios digan mentiras.
25 Mira siempre hacia adelante,
fija tu mirada en lo que está frente a ti.
Yenis Navarro dijo…
No hay pensamientos sin emociones.Filtrar es necesario. Todo está en la mente, por eso el origen de las enfermedades tiene una fuerte carga emocional.
Gracias,por las enseñanzas.
Todo en la vida es un proceso de aprendizaje.
Cuidémonos de los aduladores!
Así que bienvenida siempre la crítica. Y lo más importante, la autocrítica es nuestro mejor filtro.
YN

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