LLEGAR A DONDE NO SE QUIERE / NACHA NEWBALL
Los humanos iniciamos la vida sin saber caminar, los primeros
pasos son los más significativos, una de las alegrías y el evento más
significativo es el día que, se logra caminar, en medio de aplausos, sonrisas y
lágrimas se celebra este hecho tan icónico. Van pasando los años y al final de los
tiempos, da miedo hacerlo y pareciera que se vuelve al momento de la falta de
pericia y habilidad para dar pasos. Todo se vuelve un caos cuando empiezan a
aparecer las ayudas para movilidad, le decía a mi papá cuando veía su bastón,
caminador y silla de ruedas “tienes un buen parque automotor”, él solo sonreía
ante este comentario, nunca me dijo que sentía frente a sus pasos lentos, creo
pensar que no era de su agrado usar estos elementos, se sentía observado y
quizá interpretaba las miradas que encontraba a su paso como de “pobrecito” o
algo así.
Desde lo alto de las expectativas sobre lo que se va a vivir,
se llega al momento en que ni siquiera se recuerda lo vivido, y al llegar a una
edad en la que se suman muchos calendarios, la soledad, el miedo y el afianzamiento
del carácter de la persona hacen mella en su entorno, a diferencia de otras
sociedades, esta no pone en primer lugar al anciano, lo sume en soledad,
descuido, maltrato y hasta abandono. Enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer,
han conquistado los años dorados, les suman a ellas el cáncer y otras que son
degenerativas y que, causan un impacto no solo en quien lo padece sino en su
familia y su comunidad.
Llegar a este punto, se convierte en un momento de reflexión
a los que han tomado el bus de los años y los viajan hasta donde se puede y se
tiene conciencia, nadie sabe si dentro de su destino está llegar a los 70 u 80
o más, con alguna de estas limitaciones y si, en su individual actuación la
decisión va a ser parar o seguir.
Entre tanto, a los que tienen viejos en casa, den observancia
a sus necesidades, a sus gritos silenciosos de necesidad de amor, cariño y comprensión,
hacer entender el simple uso de un paño, de dormir a una hora o peor aún que ya
sus decisiones no son las del mando de la casa, es duro, como también lo es ser
cuidador y asumir los olvidos, la repetición, el paso lento y la agresión con
la que responden muchas veces por no hacerse entender.
Complejo punto, por el que muchos hemos pasado, fácil de hablar, difícil de poner operativo en cada caso. La reflexión va hacia donde no se quiere llegar. Y creo profundamente que cuidar con amor es el mejor regalo y la honra mas poderosa que un ser humano puede hacer por sus ancianos (padres, abuelos, tíos, otros).
Comentarios
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YO MARGARITA DEL SOCORRO MALO PARDO A MIS 64 AÑOS 9 MESES EN UDO DE MIS EXTRAORDINARIAS FACULTADES MENTALES Y SICIALES ME OPONGO A SER RECLUIF POR ALGO QUE NO HE COMETIDO Y QUE WUIZAS DIOS ME LIBRE DE PADECER .
AGRADECIENDO A DIOS POR ESTA ESTANCIA EN LA TUERRA QUIERO IR DE AQUI MI CASA DIRECTO A REVORRER LAS CALLES DE ORI Y NO SE CON QUE INDUMENTARIA ENTRARÉ AL MAR DE CRISTAL . ALLÁ EN EL CIELO NOS VEREMOS TODOS PERFECTOS Y COMPLETOS . TODA ENFERMEDAD QUEDARÁ EN ESTE CAMINO.CASA DIRECTO AL CIELO A RECORRER
Ver a nuestra familia llegar a esa etapa da tristeza y cuando vemos en sus caras esa frustración de ya no poder hacer lo que hacían antes, es algo muy difícil de dar a entender.
No sé toma bien ese cambio porque la preparación para esa fase de la vida tan natural, no es lo que nos enseñan. Todo está direccionado a cuidarse hasta ser productivo y vivirlo no es lo mismo que escribirlo o contarlo
A quienes lo viven analicen sus necesidades ya que muchas veces no las comparten, Por qué siempre fueron independientes y no hay nada más difícil que aceptar la ayuda, ya sea física o material, por eso la invitación es perfecta, cada una de sus acciones obedece a un estímulo solo analizar y ayudar a hacer menos pesado ese cambio de vida, hacerlos sentir que son importantes y útiles, con amor y mancedumbre aunque aveces a seamos impacientes, esa es nuestra misión .
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