TALON DE AQUILES/ NACHA NEWBALL

 


 

“Eres fuerte”, es la expresión más común que escuchas y que se repite una y otra vez cuando afrontas una situación difícil en la condición normal del ser humano, una pérdida, un fracaso o un desengaño.

Realmente ¿eres fuerte?, hago la pregunta ante la fragilidad de los hechos que acompañan un dolor, a lo vulnerables que somos cuando amamos y a la capacidad que tenemos de ser fuertes para reaccionar y débiles para evitar la insensibilidad que rodea la fuerza.

Llorar y sentir tristeza ante un hecho lamentable es un sentimiento individual, en el que no cabe la pretensión del comentario “tienes que reaccionar”, “tienes que dejar de llorar” o más extremo como “hasta cuando vas a estar así” , somos diferentes y la fuerza interior es un activo individual que, no se cuantifica en peso físico, no puede medirse en una balanza teniendo como referencia a la que, dos o más personas muestran sentir o tener.

Ser humano, implica tener emociones que te llevan a desarrollar la personalidad que has gestado y el carácter que has moldeado con la experiencia que la vida ha traído, a tu ritmo sientes la melodía de la fuerza y la debilidad. No porque expreses un dolor o una frustración, eres el más débil de los hombres, o se desdibuje de ti lo que has forjado en la edificación de tu madurez. Desde la debilidad se crea y se construye la fuerza.

Cada persona tiene un talón de Aquiles, como suele llamarse a ese punto débil al cual blindamos, lo hacemos para conservar la postura que construimos, para defendernos de la inexplicable condición de estar expuestos a daños, ataques o a estigmas de nuestro entorno y simplemente, evadimos mostrar que, no somos tanto.

El blindaje con que cubrimos nuestras reacciones funciona hasta que, toca asumir lo que está en ese punto que duele y es valido y respetable sentir y soltar cada lágrima o cada sonrisa que viene producto de este suceso.

¿Por qué no llorar?

Ser fuerte no significa ser insensibles ante los hechos que nos tocan. Ser fuertes es una consecuencia o un resultado de cada lágrima, nuestro valor es cuidar y apreciar el punto de vulnerabilidad para que, nos deje la mejor enseñanza puliendo con cada experiencia nuestro ser. Somos débiles y en esa debilidad encontramos la fuerza.


Imagen tomada de la web respetando derecho de autor


Comentarios

Anónimo dijo…
La coindicion humana necesita un desahogo, el llanto es solo parte de eso, sin embargo la batalla interior es más fuerte , los que estamos al rededor solo podemos callar, acompañar, motivar, los juzgamientos o los Limites solo ocasionan una mayor opresión, después de cada tormenta viene la calma, y bueno solo en ese momento seremos libres,
Matica
Anónimo dijo…
Cuando te leo dc parece que tus palabras se han para mi... gracias porque siempre me deja una reflexión una enseñanza y una razón para cambiar.. Gracias.. por lo que nos regalas... Dios la bendiga
Enith dijo…
Le entrego mi Talón de Aquiles a Dios. Él me entrega a cambio Fortaleza, Serenidad, Paz y Libertad 🙏🤗

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