FRÁGIL/ NACHA NEWBALL
El hilo conductor de las relaciones
humanas va de la mano con el amor, la ternura y el clic que se hace al entablar
o iniciar una amistad, entre verdades y realidades. La primera impresión que se
lleva una persona sobre otra, es la base fundamental para que funcione o no
dicha relación, es posible que algunas hayan nacido de un “me cae mal” y en mi
experiencia, éstas son las más duraderas, cuando al mirar a la otra persona
algo nos obliga a tener precaución sobre su humanidad.
El amor, hace grande una relación,
cuando se usa para bien, para desarrollar, apoyar e impulsar, cuando provoca
acciones que, van en pro de una relación que progresa en ayuda mutua y respeto
consagrado.
La verdad y la mentira, son
condicionantes que provocan cierta fuerza o fragilidad, de acuerdo como se involucren
en la interacción de dos o más personas. La verdad, es una vitamina que crea
confianza, seguridad y prosperidad. La verdad va siempre desnuda, por lo cual, se
visualiza en el termino de aporte y valor agregado que sostiene como pilar
fundamental de la existencia de la comunicación y propicia escenarios del mas
puro y sincero amor. Decir la verdad, a veces cuesta, sin embargo, arriesgarse
a ella o por ella, es el acto de valentía mas sagrado que pueda existir para
garantizar lealtad y consideración por quien nos acompaña en el camino de la
vida.
Por otro lado, aparece la mentira
que, por momentos, podría ser la fuerza que conduce hacia un sendero de flores
sin espinas y por el otro, conduce al fracaso. La frágil mentira, deja en
quienes la reciben un trago amargo, es la hiel que rompe cualquier propósito y
pone fin a la confianza y la seguridad, ella es tan frágil como amarga, es tan
venenosa como imprudente, es contundente al estar presente y causa la ruptura
final de todo lo soñado en el vinculo sagrado de la interacción con otras
personas.
Frágil e impúdica, ella es la
mentira.
¿Has vivido en la mentira?
Al hacer esta reflexión, responde
en silencio y deja un comentario.
Comentarios
En verdad no sé si sea recomendable, pero con frecuencia después que actuamos, reflexionamos y decimos, que pude haber actuado de otra forma
Ser sincero, franco,directo, no importa el efecto, debe ser el camino.