DE LA MANO DE LA ALEGRIA / NACHA NEWBALL
El paso de los años va forjando una cantidad inexacta de pedazos, que el tiempo une con hilos invisibles de emociones, unas nutren y motivan, otras detienen, convierten el recorrido en una especie de trance momentáneo o perpetuo, al final se siente el cúmulo de recuerdos y vivencias guardadas en desorden, que se compilan en un álbum imaginario de imágenes, en su destello, provocan a quien las siente sonrisas o lágrimas. Se camina en el destino logrado, en él se halla la grandeza del ser que se ha ido consolidando, se es lo que se forja, moldeándonos a la imagen y semejanza de lo que se crea en la particular construcción de una esencia propia que viene a ser el resultado de lo que se ve, imita, siente y cree, se es lo que se propone. Ni más ni menos, se es como resultado de lo que se guarda en el interior y que inevitablemente ha sido influenciado por la biología de nuestros genes y los condicionantes de nuestro entorno. Así va el paso, se camina o se corre, se vive al ...