AGUA Y ACEITE / NACHA NEWBALL

 


 

Es increíble ver en un vaso de agua gotas de aceite, has visto cómo el aceite parece nadar plácidamente, sin mezclarse con el agua que se resiste a ser conquistada por la magia melosa de aquel consistente líquido, cada una mantiene su esencia pura.

¿Qué puede acercarlos si son tan diferentes?

Las diferencias son significativas en polaridad y densidad, nadie lo discute, asi agites con un mezclador en un solo recipiente, el aceite se parte en mil pedacitos, pero no va a lograr entrar en la pasiva agua.  El agua, no cede ante los encantos ni se quebranta jamás.

Las diferencias significativas en este caso, suelen no quebrarse, en la realidad de humanos, pasa que, al comparar una persona con otra en carácter o temperamento se dice “son como agua en aceite” y dentro de la reacción para acentuar la situación, es que cada uno trata de conservar su esencia, cerrándose a las características individuales de polaridad y densidad, esto no deja que nadie en absoluto “gane”. Se cierra la puerta a la oportunidad de ver que tan buena es el agua o que tan bello es el aceite y cosas como la falta de tolerancia, paciencia y decencia nos toma partido, convertido en distancia con quienes pueden tener motivos de concordancia.

Hace falta humildad para entablar diálogos constructivos, dosis de tolerancia y varias rayas de comprensión, esfuerzo que no se hace, sobre todo cuando no hay una razón o estructura mental que nos permita el desarrollo de la transformación de nuestro imperfecto ser, preferimos quedarnos o bloqueando el aceite o nadando en el agua antes que abrirnos a una nueva realidad que nos permita introducir conductas que minimicen nuestro ego, orgullo o soberbia para dar paso a un abrazo , un beso o una mano para apoyar a quienes están a nuestro alrededor. Somos cobardes, la verdad.

Debe ser duro enfrentar el ego, decir cedo, paro, me reconstruyo y soy mejor. Debe ser duro porque escucho con frecuencia la frase célebre “es que yo soy así” o “que se aguanten, asi soy”, en cualquier decibel de intensidad de sonido y con signos de exclamación al mil por cien. Me pregunto si esto trae alguna ganancia a las personas.

 

A diario alguien se pregunta ¿Hago bien? Y muchos ni se preguntan, porque ser o agua o aceite, es un hábito. A viva voz la motivación al cambio debe gritar en cada interior y decir la palabra ¡Cambia!

No dejar que la soberbia gane es un reto, que debe dar sus bellos resultados.  

Las lecciones de humildad aportan tanto como las de gratitud. No hay en la vida algo mas apacible que vivir en tranquilidad que solo se logra con la paz del ser viene con la brisa , esa que se lleva consigo la soberbia, el orgullo y la condición de discapacidad a que nos induce ser personas errados.

Dar un giro, es por demás saber que somos grandes.  La admiración de la sociedad debe ser para esos que en su valor aceptan transformarse.

Agua y aceite, solo son líquidos, tu y yo somos humanos. Estamos a tiempo de cambiar.





Comentarios

Giovanna dijo…
Muy buena reflexión, Nacha. Abrazos.
Giovanna dijo…
Muy buena reflexión, Nacha, abrazos.
Femi dijo…
Totalmente Deacuerdo mi Dc la esencia individual no nos debe alejar del verdadero ser, del ser sociable.. de aprender a respetar las ideas, los pensamientos y opiniones de los demás..
Anónimo dijo…
Totalmente de acuerdo, con esa frase tan sonada "así soy", no somos capaces de autoevaluarnos y darnos cuenta que a veces estamos errando y evitando poder llegar a la otra persona, o que ésa persona llegue a nosotros, porque colocamos barreras que nos impiden mejorar en nuestras relaciones interpersonales y muchas veces por orgullo, bloqueamos nuestro ser interior y no lo dejamos crecer.

Gracias por incentivarnos a la lectura.



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