SE APRENDE / NACHA NEWBALL
Lo que pasa
en las redes sociales se queda en las redes sociales no trasciende a nuestra
vida personal si tomamos en cuenta que muchas personas que son nuestros “amigos”
en la virtualidad ni siquiera lo son en la realidad.
Muchas veces
somos sujetos en las criticas, en los comentarios o en los mensajes por el
interno, nos juzgan, nos señalan o nos diagnostican con enfermedades mentales que
tienen que ver con el uso o abuso de fotos o imágenes propias o arregladas que
se cuelgan para lograr diferentes tipos
de objetivos.
Creo que no
nos da tiempo para preguntarnos ¿Quién nos escribe? O ¿Quién osa entrar en nuestra vida? Sobre todo
cuando colocas una foto de tu vida cotidiana, el centro de todo es que es tu
libro, es tu instante, es tu trino y la avalancha de comentarios no se hace
esperar no solo en el comentario que te dejan sino tambien lo que esto genera
entre tus amistades, reales o ficticias. La comidilla por una foto que es la
percepción de cada persona no lo que sientes o lo que quieres proyectar, es lo
que te endilgan o lo que te asignan sin piedad. Con el agravante que lo hacen sin
conocernos, sin saber por lo que pasamos, si estamos bien o mal o si nos pueden
o no hacer un comentario de alto calibre que nos puede ofender o no.
A diario
recibimos un manojo de mensajes que nos hacen pensar sobre lo que queremos
mostrar de nuestra vida y lo que percibe la gente en la distorsión que se hace
en el canal de comunicación tan frío como Facebook o Instagram. Vemos imágenes,
corazones no sabemos y quizá colocar una
foto es la manera más pronta de escapar de una situación o de encontrar un
camino hacia canalizar la rutina, la presión o el estrés y no para nada que
esto se convierta en una forma de recibir un comentario que te lleva por un
rumbo inesperado. ¿Quién se creen cuando nos agreden, nos culpan o nos juzgan?
Las redes
todo lo aguantan, desde el punto de inicio mismo en que aceptamos personas en
nuestra intimidad que ni siquiera hemos visto una sola vez, ¿Qué pueden saber
esas personas de nosotros? Nada, saben lo mismo que nosotros sabemos de ellas,
pero se atreven a dejar comentarios y enviar mensajes.
Quizá hacer
catarsis o salir de la zona de confort a través de las publicaciones, escribir
usando imágenes o hacer vida dando forma a escritos nos da el valor de seguir
adelante y recibir la cascada de amores y odios en las redes nos moldea, nos
hace grandes cuando somos capaces de superar los vientos adversos.
Tal vez la educación
es la que falla o esa forma de comunicación que nos hace enfocarnos en resaltar
lo malo y dejar de lado lo bueno, humillamos, herimos y faltamos a la humanidad
de ver lo bueno para forjar y ensalzar lo malo.
La mejor
manera de manejar las redes cuando se vuelven inmanejables es tratar de ignorar
los mensajes no santos y valorar equilibradamente los que hacen florecer
nuestro corazón. Publicar es un arte, recibir lo que produce cada publicación
lo es más. De todo se aprende, hasta de los malos comentarios . Nuestro ser es un pedazo de arcilla, aprendemos a moldearlo a diario.
Comentarios
Las redes sociales no muestran todas las dimensiones de un ser.
Bueno o malo suelen ser imágenes construídas adrede que muchas veces distan de la realidad.
Abrazos bendecidos desde mi amada Arjona😘🙏🏾
Es un gran artículo dónde manejas el tema con discreción y objetividad.
Me encantan tus escritos, espero leerte más.
Feliz día.
Esas personas no están bien psicológica mente, quieren desquitarse con otras personas sus frustraciones, sus miedos, su ira, todo sentimiento negativo qué embargan en su interior.
Hay muchas formas de dañar a una persona por redes sociales desde un simple “no me gusta” hasta insultar, amenazar, difundir falsos rumores, etc
Según estudios, la red social que ocupa el primer lugar en recibir más comentarios negativos es Facebook, seguida de Twitter, luego Instagram y, en ocasiones, Youtube.
Algunos usuarios optamos por bloquear estas personas o eliminar sus comentarios negativos. L**
"Gracias por incentivar la lectura"