PIENSO LUEGO REFLEXIONO UN POCO / NACHA NEWBALL
Muchos
de nosotros conocemos y en algún momento hemos hecho referencia a pensar y
luego existir, una frase en la que Descartes nos da uno d ellos principios filosóficos
modernos, nuestros pensamientos y existencia son indudables e irrefutables.
Pensar,
en la lógica de nuestros sentidos, en la crítica sensación de dudar y
ratificar, en la conceptualización y contextualización nos hace consientes de
nuestra realidad y de nuestro interior y entorno, por tanto el pensamiento nos
lleva a grandes y diversas dimensiones en las cuales pensamos para analizar,
procesar, aprender y reflexionar sobre lo que ocurre y de ahí parten nuestras
decisiones.
Sócrates
usa esto y en su frase lo indica “no puedo enseñar a nadie, solo puedo hacerles
pensar”. Me pregunto si en nuestra acción reacción pensamos, a veces me da la sensación
que reaccionamos más que pensar tomando en sentido literal la definición de
este verbo: “Considerar un asunto con atención y detenimiento,
especialmente para estudiarlo, comprenderlo bien, formarse una opinión sobre
ello o tomar una decisión”.
Considerar
un asunto con atención y detenimiento, es tener un tiempo para hacer un mapa
mental de la situación, traer a nuestro interior los pro y contras y tener la visión
de procesar lo que debemos resolver, es estudiar la situación, entender y
comprender lo que sucede y proceder a tomar una decisión que será la mejor de
acuerdo a lo que analicemos.
Pensar
es tomar una pausa activa para generar la dinámica analítica de todas las aristas
que se derivan de cada decisión a tomar, es saber que nos merecemos la mejor de
las actitudes para salir adelante, sin lesionar ni hacer daño. La reflexión
tiene un enemigo grande, este conocido como reacción sale a relucir cuando no
nos permitimos un tiempo y un espacio, nos sucede más común de lo que creemos,
estallamos antes de pensar y casi siempre luego de la detonación viene el
arrepentimiento. Una de las formas de practicar la reflexión es no decidir o no
responder inmediatamente, es poner en pausa la situación que nos altera y decir
siquiera: “permítanme un momento” , respiras, mantienes la respiración y sales
a tratar de poner en orden cada cosa, esto es una habilidad que se desarrolla
poco a poco y con el consabido prueba error que muy pocas veces falla.
Pensar
después de los sucesos es irremediablemente reflexionar y darnos martillazos
con los pasos en falso, pensar antes es saber que vamos con pasos firmes sobre
arenas movedizas.
Pensar
y reflexionar es una de las claves del éxito en las relaciones interpersonales.
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