SOLO UN DÍA A LA VEZ / NACHA NEWBALL JIMENEZ
Un día a la vez, sin ayeres ni
mañanas…
Sólo un día a la vez.
La batalla en que se convierte
la vida nos hace ir tras la búsqueda del presente, aunque no lo creas, nos
olvidamos de vivir en tiempo real por un lado mirando por el espejo retrovisor
buscando el reflejo de lo que ha pasado, de lo vivido y de lo que ya no se
puede corregir, por otro lado buscando razones futuras que nos permitan soñar
en cosas que llamamos anhelos, las cuales van llenando el espacio del tiempo
que no hemos vivido con anhelos, ilusiones, expectativas, cada una de las
cuales se dan en la medida que el presente se viva.
Viene a mi mente esta frase
prodigiosa que un día me hizo entender que vivir es tan simple como eso, vivir,
no es estar en el ayer, donde ya estuvimos ni pensar en lo que vendrá que inevitablemente
sucederá en su tiempo, es dejar de lado dos tiempos que son inválidos, uno
porque ya pasó y otro porque vendrá, y dar la bienvenida al presente. “Un día a
la vez, sin ayeres ni mañanas… Sólo un día a la vez” es un grito de guerra que
nos enfrenta a una situación que casi no admitimos, el tiempo presente es lo
que hay, es lo que se vive, es lo que se palpa, con lo que se cuenta, pero
insistimos en decirnos: “si hubiera hecho esto o aquello” o “el año que viene
haré tal o cual cosa” y tan cerca como lo tenemos que ni lo percibimos, ¡Es el
presente!
¿Cuándo notaremos el presente?
Bienvenidos están en el tiempo real, están en el momento vivido, en aquel que
cuando transcurra se recordará y simplemente será nuestro pasado, el meollo de
todo está en cimentar los recuerdos para que cuando los evoquemos estén bien
cimentados y nos saquen hasta lágrimas, si no lo hacemos ¿Qué recuerdos estamos
sembrando? Nuestra tierra es fértil para vivir sabiendo que la vida existe, con
dolor y miedo, con alegría y felicidad, con lágrimas y sonrisas, como la
quieras vivir y parece que olvidamos que es tan cierta como efímera.
Hoy, vive tu día, él es único,
no hay ayeres ni mañanas… vive hoy como si no existieran más días. Hoy date la
oportunidad de hacer algo que has postergado por mucho tiempo y valida en tu
corazón al final del día ese recuerdo de tu ayer, sentirás el paso del tiempo,
sentirás la lágrima del recuerdo y amarás el día que te has regalado.
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