LA PRIMAVERA EN EL DESIERTO / NACHA NEWBALL JIMENEZ

 Si hay una estación  maravillosa es la primavera, para quiénes viven en los países  donde se manifiesta este momento saben que es bello ver brotar de la nada las flores de mil colores que engalanan los espacios y hacen del entorno algo muy grato, muy difícil pensar que en  el desierto haya primavera, la condición hostil del clima por lo árido del suelo y la falta de agua hacen que pensemos es una locura que haya floración en ese lugar. 


Al pensar en el desierto nos vamos a las situaciones de la vida en que tenemos tantas adversidades,  no sabemos para donde coger y peor aun vemos tan oscuros los caminos  que es difícil pensar que vamos a encontrar un oasis en ellos para minimizar los estragos de nuestras dificultades.  

No es un imposible: ¡la primavera en el desierto existe! 
Algunos dirán  que mi espíritu  motivador le ganó  a la verdad.

 Hoy quiero decirte que el desierto es tan real como la primavera en él  y depende de ti que esto se de en tu vida real. Un ejemplo que si es posible es el desierto de Atacama en Chile,  uno de los lugares más áridos de la tierra, que cada cinco o siete años de septiembre a noviembre deja de ser el imponente desierto a ser el mas hermoso campo florido. Aquí  se pueden ver en todo su esplendor   flores malvas, Suspiros, patas de guanacos y celestinas, siendo una maravillosa alfombra de una sorprendente  paleta de colores . Este suceso se da por 
 la ausencia de heladas y precipitaciones durante un largo periodo de tiempo hacen que las semillas ocultas bajo la tierra se 'duermen' consiguiendo que pasada la lluvia, las semillas comiencen a germinar.

Este hecho, nos da una gran enseñanza. Has pensado ¿qué duerme en tu interior?  ¿Qué semillas están dormidas? ¿Qué no has usado en tu interior? En el desierto es posible que pases a tener una primavera. Depende de ti. 

 En nuestro interior tenemos dormidas semillas que se anidan las que se quedan inmóviles cuando enfocamos nuestra vida hacia el dolor, el desamor y la procrastinacion.

Parece que  nos damos el lujo de vivir en el desierto.  

Es día de activar las semillas dormidas , empezando por las semillas del amor, la alegría, la ternura y el perdón, quizás  ellas son las malvas que adornan nuestra bendita primavera y engalanan  nuestro desierto el que  en un momento hostil germina la esperanza si así  lo permitimos.

¡Disfruta la primavera en el desierto! 

Deja que brote el color y la vida en las grietas de la tierra árida. 



Comentarios

Giovanna dijo…
Muy reflexivo. Abrazos.
Martha nova dijo…
Que bonita reflexión, que hermosa creación de nuestro padre, serán siempre de gran inspiración y motivación para nuestra vida, gracias, por que en medio de cada desierto siempre encontraremos ese aliento y nos veremos florecer. Muchas gracias por tan bella reflexión.
Es tiempo de dedicarle tiempo a esos brotes de paciencia y amor,tiempo de cultivar las virtues. El dolor , el sufrimiento, ni los malos ratos, podran opacar los buenos frutos. La mejor estación esta a orillas de nuestra puerta.

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